Eleva tu frecuencia con el mantra “Yo Soy la Resurrección y la Vida” de Maestro Jesús
La afirmación “Yo Soy la Resurrección y la Vida” de Maestro Jesús representa una profunda herramienta de purificación y limpieza energética, pues con ella se purifica el pensamiento y con ello se ilumina nuestro campo electromagnético. Solo debes respirar profundo y recitar internamente este mantra y comenzarás a sentir como tu mente se calma. Puedes repetirlo las veces que sientas y que necesites en tu vida cotidiana para transmutar tu energía.
Es una práctica mental muy sencilla pero muy poderosa a la vez. De acuerdo al “El Libro de Oro” de Maestro Saint Germain, señala. “Con ella se purifica el pensamiento, es la fuerza elevadora y ajustadora más poderosa que se puede usar para la corrección de la que es la más grande de las barreras para el progreso espiritual. En el momento en que tú expresas la afirmación “Yo Soy la Resurrección y la Vida”, surge toda la energía de tu Ser hacia el centro de tu cerebro, fuente de tu ser individualizado. No hay límites para lo que puedes hacer con ella. Fue la misma que usó Jesús en sus mas grandes pruebas”(página 18).
Personalmente llevo todo el mes de julio realizando esta práctica con mucha fe y confianza y ha sido impactante ver como mi ruido mental y mis pensamientos de baja frecuencia han disminuido y cuando mi vibración se altera por situaciones o pensamientos aplico inmediatamente esta maravillosa frase que Maestro Jesús canalizo en su propia maestría cuando fue a impulsar su crecimiento espiritual al Tibet (libro Ana, la Abuela de Jesús).
He podido comprobar en este tiempo los efectos curativos sanadores y transmutadores de este poderoso mantra que ilumina nuestro Ser, eleva nuestra frecuencia y nos conecta con la más alta y mejor versión de nuestra naturaleza crística y divina, asi que se los recomiendo como una herramienta sencilla, pero efectiva para gestionar pensamientos y emociones que alteran nuestro equilibrio y nuestra vibración. Sentirán calma, expansión de su alma y armonía interior.
Con mucho cariño y amor,
Paula Chávez Garrido.



